He elegido hacer algo bien sencillo: un candíl. Es un objeto que abundaba en las casas de pueblo cuando yo era niña, aunque es cierto que ya no se le daba mucho uso, pero siempre me han gustado.
El material es muy sencillo: alambre y aluminio (en este caso sacado del envase de una vela). Necesitamos unas tijeras, unos alicates, pegamento (que se me ha olvidado añadir en la foto) y para el acabado, barniz y pintura gris.
Lo primero es recortar el borde para hacernos con el material que vamos a usar.
Para darle un poco más de cuerpo, a mi me gusta doblarlo por la mitad.
Luego lo aplanamos bien con la ayuda de un lápiz o un boli.
Necesitamos para la base un cuadrado de 10 x10 mm, en el que marcamos 2 mm por lado. También cortamos 1 tira de 20 x 3 mm y otra de 15 x 3 mm.
Cortamos dos trozos de alambre de 15 mm, aproximadamente y damos forma tanto a la base, como a las tiras, con unos alicates.
Aquí se puede ver cómo colocar el alambre, una vez agujereado con un alfiler.
Y luego pegamos ambas a la base, así.
Le damos una capa de barniz para que agarre mejor la pátina final y dejamos que seque.
Con esta pintura gris, diluída con agua, le damos la última capa. Podría pintarse también en negro y darle luego unos toques con pincel seco en color siena y el resultado sería de más viejo.